Mantenimiento basado en condiciones: mucho más que solo otra solución técnica
El mantenimiento basado en condiciones (CBM: Condition Based Mantanaince) ha existido durante muchos años, sin embargo, sigue siendo un enfoque que requiere una forma diferente de pensar y actuar por parte de todos los involucrados. Algunas organizaciones aún están atrapadas en sistemas de mantenimiento basados en rutinas y les resulta difícil dar el siguiente paso hacia la innovación. El impacto del mantenimiento en la calidad del producto, los costos de producción, la seguridad operativa, así como en las ganancias netas, se subestima o incluso se ignora en algunos casos donde todavía prevalece la opinión de que “el mantenimiento es un mal necesario”.
Si bien la mayoría de los equipos operativos y de gestión se dan cuenta de que tienen que aplicar nuevas tecnologías de mantenimiento, a veces les resulta difícil abandonar los métodos antiguos, probados y comprobados. Requiere una mentalidad diferente, una que permita un pensamiento innovador, rompiendo las barreras tradicionales.
Una nueva forma de pensar a menudo solo se despierta después de un evento catastrófico o cuando los costos de mantenimiento se convierten en un debate acalorado en la sala de juntas. La gerencia se ve entonces obligada a cambiar la forma en que miran el mantenimiento, después de lo cual comienzan a explorar otras estrategias y técnicas de mantenimiento.
¿Qué es el mantenimiento basado en condiciones (CBM) y por qué se debe considerar como una de las soluciones de mantenimiento preferidas?
El proceso de CBM implica la medición de datos relacionados a señales de los activos mientras están en servicio normal. Los datos obtenidos se comparan con mediciones anteriores para proporcionar una imagen precisa de la condición actual del activo y las tendencias predicen la futura condición del activo. Estas tendencias se trazan para proporcionar una indicación de las desviaciones del estándar y el potencial resultante de eventos de falla.
El mantenimiento se realiza después de que uno o más indicadores muestren, que el equipo va a fallar o que el rendimiento del equipo está deteriorándose. Esto permite priorizar y optimizar con precisión los recursos de mantenimiento.
Aunque el enfoque combinado (mantenimiento pasivo, reactivo, preventivo y predictivo) generalmente se acepta como la mejor práctica cuando se trata de un programa de mantenimiento efectivo, se considera que CBM es la columna vertebral del mantenimiento proactivo.
CBM mejora la confiabilidad del equipo al descubrir fallas potenciales antes de que ocurran, disminuye los costos de mantenimiento al asegurarse de que las partes no se reemplacen antes del final de su vida útil y conduce a reducciones en el error humano ya que se realizan menos actividades de mantenimiento. En comparación con un enfoque de mantenimiento estrictamente reactivo, CBM elimina el tiempo de inactividad no planificado resultante de fallas en el equipo, elimina la necesidad de partes y mano de obra de emergencia costosas y previene fallas importantes que conducen a riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente.
Tecnologías CBM
El monitoreo de condición (CM: Condition Monitoring) es el proceso de monitorear la condición de la maquinaria mediante el uso de una o más combinaciones de tecnologías, de las cuales las siguientes se denominan los ‘cuatro pilares’ del monitoreo de condiciones:
- Análisis de vibraciones
- Análisis de aceite
- Termografía infrarroja
- Detección de ultrasonidos
Cada una de las tecnologías de monitoreo anteriores se aplica según el tipo específico de maquinaria. Una variedad de tecnologías debe usarse como parte de un programa de mantenimiento basado en condiciones integral.
Estas técnicas brindan beneficios inmediatos en el sentido de qué problemas como desalineación, desequilibrio, rodamientos en deterioro, engranajes, acoplamientos gastados, falta de lubricación, deterioro o contaminación del aceite, conexiones eléctricas sueltas y defectos de aislamiento eléctrico se identifican y el mantenimiento puede comenzar inmediatamente para evitar daños potenciales y pérdidas.
Además, los beneficios de estas técnicas son cuantificables, ya que se puede determinar el costo de las reparaciones reales y comparar con el costo de CBM. En la mayoría de los casos, el costo justifica la inversión inicial en tecnologías CBM. Sin embargo, uno no debe concentrarse solo en los ahorros de costos iniciales. El valor real radica en las mejoras sostenibles en el mantenimiento o las prácticas operativas que, si se aplican correctamente, eliminan fallas de equipos o paros de línea no planificados, en lugar de simplemente proporcionar una advertencia anticipada de su ocurrencia.
Estas tecnologías generalmente se aplican durante la producción normal y mientras la maquinaria está en servicio normal para evitar cualquier pérdida en la producción. Es importante que se seleccionen las técnicas de CBM adecuadas para adaptarse al problema. Por lo tanto, CBM es una estrategia avanzada y debe estar dirigida a activos de alta criticidad para los cuales, las estrategias tradicionales de mantenimiento preventivo basado en el tiempo, no es suficiente.
El uso y la aplicación adecuados de CBM no se trata solo de optar por la técnica de monitoreo de condiciones correcta, se trata de reducción en el costo de producción, menos inversiones de capital, calidad mejorada, mayores ganancias y participación de mercado, asegurándose de que el mantenimiento no se vea como el ‘mal necesario’ sino más bien como un contribuyente esencial para la ganancia de la empresa.
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