Las organizaciones intensivas en capital tienen años de experiencia en realizar mantenimiento preventivo en instalaciones, sistemas y activos físicos. En cada industria, se tienen en cuenta normas, legislaciones, reglas y puntos de atención específicos al realizar el mantenimiento; sin embargo, con el tiempo estos van a cambiando. También se van realizando modificaciones a los equipos, lo cual va cambiando las necesidades de mantenimiento. Con el tiempo, surge la necesidad de volver a examinar los conceptos de mantenimiento. Un propietario o gestor de activos desea saber si todavía se cubren sus riesgos y si se realiza suficiente mantenimiento.
En este artículo, discutimos el enfoque de una revisión rápida de los conceptos de mantenimiento existentes. Este enfoque ayuda a evaluar rápidamente y de manera sistemática qué ajustes y mejoras son posibles, lo que pone a una organización firmemente en el camino hacia el desarrollo de una gestión de activos sostenible.
Optimización versus revisión rápida
La práctica demuestra que a menudo el personal, el tiempo, los recursos y los datos no están disponibles en suficiente medida para evaluar y optimizar exhaustivamente los conceptos de mantenimiento dentro de las organizaciones. Es por eso que Pragma desarrolló una metodología para hacer una revisión rápida de los conceptos de mantenimiento. Esta revisión rápida requiere menos tiempo y esfuerzo que una evaluación exhaustiva, y la vemos como un preludio a una optimización extensa si hay necesidad de ello. En la revisión rápida se incluyen nuevos conocimientos y experiencia con respecto a los activos. La optimización de un concepto de mantenimiento va un paso más allá: evalúa la eficiencia del mantenimiento y si cumple con las tres reglas de oro:
- Es técnicamente factible.
- Reduce el riesgo.
- Es económicamente rentable.
El enfoque de revisión rápida
En la revisión rápida de un concepto de mantenimiento, los consultores de Pragma aplican el modelo de la siguiente figura. Se trata de una reevaluación sistemática del concepto de mantenimiento. En primer lugar, debe quedar claro qué tipo de activo(s) están involucrados: ¿qué activos o partes de la instalación están incluidos en el alcance del concepto de mantenimiento y en qué contexto operativo se encuentran? Una vez que todos los puntos de partida y las condiciones previas estén claros, se puede comenzar a categorizar todos los objetos para utilizar eficientemente el tiempo y los recursos para llevar a cabo el análisis de fallos más adelante.
Supuestos
Durante el análisis funcional, se examinará la “columna vertebral” del activo, instalación o sistema desde su descomposición física o funcional. Al comprender también las funciones, el proceso y el contexto operativo, se crea una base para agrupar de manera inteligente los activos. Esto es necesario porque las máquinas e instalaciones a menudo constan de miles de objetos o componentes, por lo que no es factible realizar análisis de fallas dentro de un marco de tiempo realista y manteniendo la calidad.
Análisis funcional y análisis de fallas
Entre otras cosas, el análisis de fallas se ocupará de la reevaluación de la criticidad y el rendimiento del análisis de datos. En general, se puede decir que los datos crecen durante el ciclo de vida. Esto es una entrada esencial para ajustar, por ejemplo, los intervalos de mantenimiento. La calidad de los datos puede determinar el método de riesgo elegido. Por lo general, un Análisis de Modos de Falla y Efecto (FMEA: Failure Mode Effect Analysis ) es una oportunidad para comenzar cualitativamente. Al incluir nuevos datos y aplicar otras metodologías de riesgo, como un Análisis de Árbol de Fallas (FTA: Failure Tree Analysis), se obtiene una mejor comprensión del comportamiento de fallas y confiabilidad.
Implementación del concepto de mantenimiento
Para asegurar los cambios, se implementan en planes de mantenimiento preventivo que se almacenan en el sistema de gestión de mantenimiento (EAMS o CMMS). Finalmente, se actualizará la documentación, se describe cuáles fueron los nuevos puntos de partida para el análisis de fallas y la evaluación de riesgos. El siguiente paso podría ser probar si el mantenimiento es eficiente y efectivo mediante la observación de patrones de fallas, datos del tiempo promedio entre fallas (MTBF: Mean Time Between Failures), piezas de repuesto y otros aspectos relevantes.
Próximos pasos
Con este enfoque, un ingeniero de mantenimiento o confiabilidad puede revisar el concepto de mantenimiento de manera relativamente sencilla y determinar dónde es posible mejorar. Dependiendo de los resultados de la revisión rápida y de su organización, objetivos y presupuesto, se puede elegir optimizar aún más los conceptos de mantenimiento.
Más información sobre conceptos de mantenimiento
Pragma cuenta con una amplia experiencia en la elaboración, revisión y optimización de planes de mantenimiento para diversos clientes. Esto puede hacerse para un solo activo o de manera continua. No dude en contactarnos para obtener más información.